Diez cosas que hacemos y que los gatos odian 😾

Al igual que los humanos, los gatos tienen preferencias y reaccionan a experiencias tanto positivas como negativas. Aunque son muy tolerantes con los errores que cometemos los humanos, ciertos comportamientos que hacemos pueden causar estrés y dañar nuestro preciado vínculo. 

Aquí te dejo diez cosas que, si las tenemos en cuenta, harán que nuestra convivencia sea más pacífica y grata:

1) Cambios bruscos. Los gatos son criaturas de hábitos, y los cambios repentinos en su entorno o en su vida cotidiana pueden resultarles angustiosos. Cosas como la introducción de un nuevo miembro en la familia, mudarse a una nueva casa, cambiar de marca de comida, una nueva arena para el arenero, cambiar los muebles de sitio... Incluso los acontecimientos que consideramos sin importancia, pueden ser estresantes para nuestros gatos. Por eso, tenemos que intentar incorporar los cambios gradualmente, dándoles tiempo a nuestros gatos para que se adapten cómodamente.

 

2) Arenero sucio. Mantener el arenero limpio, la verdad, no es la tarea que más nos guste hacer; pero los gatos son muy meticulosos, y un arenero sucio puede causarle estrés grave e incluso traducirse en un problema de salud. El arenero se debe limpiar al menos dos veces al día y lavarlo entero con frecuencia. Y no intentes tapar el olor con perfumes, porque podría ser peor el remedio que la enfermedad.

3) Tocarle la barriga. Aunque hay algunos gatos que lo toleran e incluso parecen disfrutarlo, la mayoría de los gatos lo odian. Cuando un gato se estira y se pone panza arriba, es una señal de confianza y relajación, no es que te esté diciendo que se la acaricies. A menos que sepas con seguridad que al gato le gusta que lo toquen allí, mi consejo es que no lo hagas.

4) Ruidos fuertes. Los gatos tienen un oído muy sensible y los ruidos fuertes pueden resultarles insoportables y aterradores. Cosas como la aspiradora, música a todo volumen, la televisión alta, gente gritando o el ruido de las obras de tu vecino pueden provocarle estrés. Asegúrate de que haya lugares tranquilos en tu casa donde tu gato pueda retirarse cuando haya demasiado ruido. Nunca le obligues a quedarse en la habitación contigo si el nivel de ruido es alto. Tampoco pongas su rascador, su comida o bebida, el arenero o su camita en habitaciones ruidosas.

5) Interacción forzada. Los gatos son animales sociales, pero, al igual que nosotros, necesitan espacio personal y poder elegir si interactúan o no. Obligar a tu gato a interactuar contigo cuando no quiere puede hacer que te evite en el futuro. Déjale que elija si participar o no y durante cuánto tiempo, que él decida. Esto es especialmente importante cuando hay visita en casa y quiere conocer o acariciar a tu gato. Que siempre sea él quien marque el ritmo.

6) Abrazos no deseados. Mientras que a muchos gatos les gusta estar en brazos, otros tantos no quieren ni pensarlo. Y a aquellos a los que no les importa, no les gusta que lo hagan de cualquier manera. Por eso debemos respetar los límites individuales, ya que, aunque les guste la cercanía, si es forzada no la querrán. Recuerda, abrazar no es un comportamiento natural en el mundo animal.

Con los gatos a los que no les gusta que los abracen, existen muchas maneras de demostrarles afecto. La clave del éxito está en nunca forzar la situación. Concéntrate en hacerlo de forma agradable y recompensa cualquier paso positivo que de tu gato, por pequeños que sean.

7) Castigo. Aunque a veces no nos gusten, todas las actuaciones de un gato tienen siempre un propósito para él. A pesar de la creencia popular, no hacen las cosas por despecho o deliberadamente. Por eso, si les castigamos por hacer algo que no nos ha gustado, no entenderán nada ni aprenderán el comportamiento correcto; solamente se pondrán ansiosos, a la defensiva o se asustarán. Averigua qué necesita para poder dárselo de una manera que ambos aceptéis. Recompensa a los gatos por el comportamiento deseado con golosinas, elogios, un juguete o con aquello que tu gato considere positivo.

8) Ignorar las señales del lenguaje corporal. Los gatos son maestros de la comunicación y dicen mucho a través del lenguaje corporal. Ignorar las señales visuales que indican si desea o no la interacción puede generar estrés, resistencia a estar cerca de ti o incluso puede llegar a agredirte. Aprende a leer las señales corporales y actúa en consecuencia. Si las respetas, fortalecerás el vínculo que compartís.

9) Aromas fuertes. Los gatos tienen un agudo sentido del olfato y los aromas fuertes, como ambientadores, productos de limpieza, arena muy perfumada o perfumes, pueden resultarles abrumadores. Ten en cuenta los productos que vas a utilizar en las zonas donde suela estar tu gato. Cuando se trata de aditivos perfumados para la arena, no hay razón para usarlos porque puede terminar convirtiéndose en un elemento disuasorio. Una caja de arena limpia es la mejor manera de controlar los olores desagradables.

10) Horarios irregulares. Los gatos se sienten cómodos con la rutina y lo previsible. Un horario descuidado a menudo altera su sensación de seguridad. Desde la hora de comer hasta las sesiones de juego, trata de mantener la rutina, para que tu gato esté tranquilo. Los mismos hábitos diarios contribuirán a rebajar el estrés de tu gato.

Cada gato es un individuo con gustos propios, y para tener una buena relación, tenemos que aprenderlos y respetarlos. Creemos un entorno más cómodo y seguro para ellos, y nuestro vínculo se verá reforzado.

ANUMANU BIENESTAR ANIMAL

Patricia Sánchez García C/ Juan Calvo 12 2B, 40410 Segovia España

Política de Privacidad y protección de datos //  Política de cookies // Aviso legal

Una cosa importante antes de seguir:
Lo que vas a encontrar en esta web está pensado para ayudarte a entender mejor a tu animal y saber cómo acompañarlo.
Ahora bien, esto no reemplaza el trabajo de un buen profesional (veterinario, etólogo, educador…). De hecho, lo ideal es que tengas un diagnóstico claro antes de aplicar nada de lo que aquí se propone.
Cada caso es un mundo y, como todo en la vida, lo que hagas con esta información depende de tu criterio. Yo comparto lo que sé, pero no puedo hacerme responsable si alguien le da un uso que no toca.

Creado con ©systeme.io

actualizar preferencias cookies